jueves, 27 de diciembre de 2007

Control del dolor.


Son numerosas las técnicas hipnóticas que podemos usar para calmar y controlar el dolor, incluso para hacer que desaparezca totalmente de nosotros.
Quitar un dolor de cabeza con hipnosis, focalizando a la persona con rapidez y sorpresa en un dedo, una palabra, o incluso haciendo, que observe detenidamente cómo sale el dolor por la punta de su oreja, como si las orejas tuvieran puntas, resulta francamente útil y divertido.

La auto-hipnosis es una herramienta muy útil para aquellas personas que sufren dolores con una cierta regularidad. Practicarla con regularidad sin obsesiones ni falsas creencias, pensando en que es mágica, será una ayuda inestimable para modificar la convinvencia con el dolor de nuestro cuerpo.
Un poco de historia.
El primer caso en el que se aplicó la hipnosis en cirugía mayor es el de Recamier en 1821.
James Esdaile (1808-1859) realizó miles de operaciones menores y más trescientas operaciones quirúrgicas de cierta importancia utilizando como única anestesia la hipnosis. “Los pacientes se sentían perfectamente durante los procedimientos y no experimentaban ningún tipo de efectos colaterales”
En 1842 el doctor Ward amputó la pierna a un paciente hipnotizado, según informó a la Real Sociedad Médica y Quirurgica de Londres, y resaltó que la operación se realizó sin dolor.
Emil Coué (1857-1926) desarrolló un sencillo sistema que proponía a sus pacientes que imaginaran intensamente cada mañana ideas simples como por ejemplo " día a día me encuentro mejor en todods los aspectos" Les animaba a imaginar los resultados positivos que deseaban conseguir en lugar de imponerse a sí mismos que debían alcanzarlos
Coué afirmaba que nuestro inconsciente regula nuestros órganos y actúa como mediador en todas nuestras funciones.
Algunas técnicas que te ayudarán a controlar el dolor. Desplazamiento.
El paciente desplaza el dolor de una parte de su cuerpo a otra, a la vez que varía la intensidad del mismo.
Puede enviarse el dolor a una uña o hacer que salga de su cabeza por la punta de una oreja.
Anestesia de guante.
Tener la sensación de que una mano se ha dormido y transferir esa misma sensación al lugar donde se siente el dolor. En un dolor de espalda sentir que la espalda se duerme
Desdoblamiento.
El cliente tiene una experiencia agradable que le ayuda a imaginar que el dolor se va a otro lugar alejado del cuerpo. Con el mismo dolor de espalda. Imaginar que estás tumbado en una playa disfrutando de un agradable baño de sol mientras recibes un agradable masaje y a tu dolor de espalda se le han acabado las vacaciones.
Disminución.
Imagina que tienes un mando en tus manos que te permite subir o bajar la intensidad del mismo hasta hacer que desaparece.
Puedes imaginar de la misma forma que en el panel de mandos de tu cuerpo, puedes emitir señales que interfieran las señales que recibes de dolor , hasta generar tantas interferencias que no las recibas.

Y muchas más incluso puedes probar con algo que te resulte tan personal que lo estés empleando desde tu infancia, tan sólo tendrás que actualizarlo y lo más importante aceptar que te es igual de útil o más que el paracetamol.

Basado en Janet Fricker, John Butler, C. Alexander y Annellen Simpkins, Ernest y Josephine R. Hilgard

1 comentario:

Mª Antonia dijo...

Para todos aquellos curiosos que quieran saber como se usa la técnica de guante para el control del dolor, un vídeo muy interesante de cómo un ondontólogo utiliza esta técnica para una intervención.
http://es.youtube.com/watch?v=ZiGhIZ0A6Ao